jueves, 11 de marzo de 2010

Este hombre se nos presenta con la mirada cansada y el pelo cubierto de nieve de tantas primaveras vividas. Su vida pareció ser peculiar y ardua, así como lo son sus pinturas.

La obra de Van Velde se asemeja a un caos, un sinsentido de líneas y colores, impacientes a la espera de que alguien les dote de significado y los saquen de allí.

Pintar no le resultaba fácil, ya que buscaba en ella encontrar lo esencial y eliminar lo accesorio.
Lo verdadero para él en la pintura era "perderse para luego encontrarse", dejar un cuadro inacabado o sin firmar para al cabo del tiempo poder retomarlo, reencontrarse, acabarlo o no...
Dejar la puerta entreabierta es siempre una buena opción de reencontrarse con aquello que dejamos al otro lado.

Su pintura es una obra de auténtico suspense, un silencio abismal, un sin saber... que retrata las cosas muertas, aisladas, vacías, calladas, inmóviles y puras.

Aventurarse a iniciar un cuadro era para él planear hacia lo desconocido, sin rumbo, dejar que ello surja, y partir de la necesidad de hacerlo. Y poner fin a la obra es como un gesto de intuición, se sabe cuando el cuadro está listo, pero no porqué.

Con un primer plano de sus manos marchitadas, confiesa que la pintura le tranquiliza, que es una salvación del combate con el mundo, y que le salva de todo, y de la nada...

Bram van Velde representa al artista que persigue una verdad, que entiende la pintura como una necesidad interior. Pero decirlo así no es suficiente: tras Bram van Velde hay un itinerario de dolor, una experiencia vital dramática que da sentido a su arte. La pintura es entonces una suerte de salvavidas, terapia, autodescubrimiento o iluminación.

Un hombre económico de palabras que encuentra en su pintura metafísica una actitud para escapar de un mundo que le aterroriza. Pinta su vida interior, todas sus obras le son impuestas.

¿Lo más interesante para mí? lo trascendental y es misticismo que envuelve su obra. Sus silencios, rebuscando en el almacén de la memoria, que parece estar llena de batallas perdidas, las cuales le empujan a emerger en el mundo de la pintura.
Quizá si su pintura no nos resulta del todo atractiva, es por que su vida, tampoco lo fue.




"La mayor parte del tiempo es el vacío, la espera. Estoy siempre en el camino. Espero, me preparo. Algo intenta nacer. Pero no sé lo que es."












Al arte del silencio que es la pintura y al silencio de un artista que desconfía totalmente de la palabra...
 

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